Pues sí, ya ha pasado la Navidad, hemos comido, hemos tenido momentos mágicos con familiares y amigos y hemos cumplido nuestra parte en el simulacro de paz y amor que nos envuelve por estas fechas. Pero, ¿paz y amor sin sexo? O al menos eso parece, aunque cada vez son más los que nos apuntamos al kiki navideño como despedida del año pasado y bienvenida del nuevo.