Alguna vez tu pareja te ha pedido “sexo anal” y ¿has decidido practicarlo pero con molestias?
Bien pues te vamos a pasar algunos consejitos;
Tenemos que tener en cuenta que en la zona del ano hay muchas terminaciones nerviosas y por lo tanto puede ser doloroso o placentero según la manera en que se realice.
Duele si no estas completamente dilatada, y bien lubricada, dado que la zona del ano no existe lubricación por mucha excitación que tengamos.
Principalmente, debemos intentar estar excitadas, dado a que esto ayuda a relajar el músculo esfínter. Igualmente, se puede estimular con algún juguete anal. Un poco de juego previo ayudará a relajar el músculo esfínter.
Siempre debe dedicarse más tiempo de preparación antes de practicar el sexo anal que con el sexo vaginal. Busca una posición en la cual tú te sientas cómoda y, sobre todo, si le dices a tu pareja NO, es definitivamente NO.
Hay parejas que nos solicitan productos para adormecer la zona, nosotros lo aconsejamos el uso de estos productos porque, primero, no sentirás placer al estar la zona anestesiada y, lo pero de todo, cuando se pase el anestésico “vas a alucinar del dolor” ya que realmente la penetración se está realizando sin lubricación y la rozadura está siendo intensa irritando la zona.
Hoy en día existen lubricantes que ayudan a relajar el músculo esfínter y a dilatar. La dilatación es importantísima.
En resumen, relajar, dilatar y lubricar son las tres premisas para explorar nuevas sensaciones placenteras con el sexo anal.