Hoy nos toca un bonito tema que espero me motive para este artículo; el ASMR o lo que en cristiano llamaríamos "Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma" y que muchas veces se podría identificar como orgasmo cerebral.
¿Pero qué es ASMR exactamente?
Pues es una sensación placentera en la zona de la corteza cerebral que todos nosotros percibimos a través de estímulos diversos, generalmente auditivos, visuales y en algunas ocasiones cognitivos. Su funcionamiento es muy parecida a la sinestesia, esta se activa a través de los sentidos, pero el ASMR es mucho más concreto y subjetivo; un hormigueo en el cuero cabelludo que en muchas ocasiones se desplaza hacia la columna. La ciencia como no tiene sus dudas como pasaba con la sinestesias con anterioridad ya que aún no han encontrado que neurotransmisores ni que partes del cerebro son los que activan el ASMR.
La sexualidad en el ASMR
Llevarlo a la sexualidad seria hilar muy fino en un campo tan amplio como este, pero si podríamos provocar episodios de ASMR que acompañen al orgasmo o al placer sexual haciendo que este sea todavía más intenso.
Obviamente un orgasmo cerebral no tiene nada que ver con una “paja mental” que os veo venir. De hecho las pajas mentales son puramente acciones mentales voluntarias y no suelen ser placenteras sino todo lo contrario; ni siquiera llevándolo al extremo del masoquismo cuando no podemos dejar de pensar en cómo podrían haber sido las cosas con nuestra pareja, o como será hacérselo con fulanito u menganito.
El orgasmo cerebral va mucho más allá claro que sí; el placer es real y aunque no tiene relación con los genitales bien podrían colaborar en una experiencia de placer total.
En mi consulta hago mucho hincapié en quitar importancia a los genitales y hacer uso de los sentidos como fuente de placer, y no solo es que funcione, sino que aumenta la capacidad sexual de las personas y tienen orgasmos muchos más intensos y prolongados. Pues bien, ¿por qué no hacer uso de estímulos para provocar el ASMR también mientras jugueteamos con nuestra pareja?
Si el orgasmo cerebral puede llegar a través del sonido, de la voz y sabemos que este tipo de estimulación funciona, podríamos prolongarlo a través de todo el acto sexual mientras mantenemos la excitación de nuestro cuerpo a través de la piel. O si usamos la visión, probar con diferentes artículos eróticos o vestimentas para ver qué sensación produce en nuestro córtex y tratar de mantener la actividad durante todo el acto ha de ser una sensación mucho más plena que dividir el acto sexual por etapas como solemos hacer comúnmente.
Aunque todavía no disponemos de estudios científicos que avalen por qué estos estímulos tan concretos producen ese cosquilleo placentero en nuestro cuero cabelludo se podría tener incluso la hipótesis de relacionarlo con algunos fetiches a los que no damos explicación.
Pongamos un ejemplo, la ropa de cuero que tan demandada están en los sex-shops. Rápidamente derivamos la atracción que sienten muchas personas hacia este tipo de prendas y artilugios como un fetiche que no podemos explicar, pero lo cierto es que a estas personas les causa bienestar solo el hecho de verlas, y esa sensación placentera, como si te acariciaran la cabeza suavemente cuando estas ante estos objetos bien podría ser un episodio de ASMR.
La investigación en ASMR está comenzando y se abren posibilidades infinitas que pueden ayudar a muchas personas. Problemas de anorgasmia, de falta de deseo o de cualquier tipo de índole sexual pueden tener soluciones a través de la combinación de estimulación ASMR, el uso de los sentidos y la libertad sexual.
Así que dejaros de pajas mentales y apuntaros a los orgasmos cerebrales claro que sí y dejaos arrastrar por los nuevos mundos del conocimiento en cuanto a fuentes del placer podamos obtener y buscar vuestras fuentes de estimulación para tener orgasmos cerebrales.
Carlos Horrillo
Terapeuta Sexólogo de KISSmyLOVE y antropólogo social.