El sexo anal es y ha sido a lo largo de la historia objeto de fantasía, de morbo y de deseo en la mayor parte de las culturas.
Hoy en día aun lo sigue siendo, y a pesar de los conocimientos que nuestra sociedad ha adquirido desde la liberación sexual; todavía sigue siendo tabú para muchas personas.
Con este artículo trato de normalizar una práctica que parece relegada al uso de unos pocos; esto no debería ser así, ya que el sexo anal puede formar parte sin duda ninguna de las relaciones sexuales normalizadas. Además de proporcionar placer, puede ser también si se realiza adecuadamente con lubricante anal y haciendo uso de estimuladores prostáticos, un buen preventivo para conservar y mejorar la salud.
Se trata de una zona erógena y fácilmente excitable tanto en hombres como en mujeres, y sin duda, si desbloqueamos esas murallas psicológicas que a muchos les frena a la hora de realizar este acto, puede ser muy placentero ya que el ano posee un cúmulo de terminaciones nerviosas que estimuladas adecuadamente pueden llegar al centro del placer.
Esta zona no lubrica de forma natural, por tanto, el uso de un buen lubricante anal es fundamental para evitar rozaduras, fisuras o heridas que produzcan dolor y expongan a la persona al contagio de enfermedades de transmisión sexual.
La práctica de sexo anal en el hombre está empezando a formar parte del acto sexual de la pareja, no solo en los homosexuales sino también en los heterosexuales; a muchos de estos les gusta la sensación del jugueteo con el dedo de su pareja en el ano mientras realizan el coito; pero va más allá, también la estimulación previa del ano con dildos anales es una práctica que cada vez se practica más y mejor.
El punto G del hombre no es otra cosa que la próstata; los masajeadores y los estimuladores prostáticos están diseñados para alcanzar este punto gatillo de placer en el hombre que junto al uso de un lubricante adecuado no solo proporciona placer, sino que mejora la salud y previene muchas patologías. El masaje prostático es cada vez más demandado en consultas de masajistas y forma parte del novedoso y poco conocido en España masaje gelstático, este está indicado para la recuperación y mejora de la vida sexual. Recibir un masaje prostático ayuda a la reducción de riesgo de disfunción eréctil, incontinencia urinaria, cáncer de próstata, prostatitis o dolores genitales; además mejora la calidad y cantidad del semen.
Por supuesto a las mujeres también les gusta el sexo anal; muchas opinan que es un poco doloroso al principio pero después es placentero, es una excitación y placer diferente, que según relatan algunas se siente divino de verdad. Pero sobre todo les parece muy excitante la parte psicológica del asunto, el ver como disfruta su pareja junto a una estimulación adecuada de otras partes erógenas hacen que se convierta en una práctica muy gratificante. De hecho muchas ya tienen complementos a los vibradores vaginales usados con más frecuencia; a estos se les unen todo tipo de estimuladores prostáticos, dildos y demás artículos sexuales indicados para la estimulación anal.
Esta parte de la sexualidad es imprescindible en reuniones o grupos donde se realizan actividades sexuales, si abrimos nuestra mente y dejamos paso a realizar nuestras fantasías, encontraremos lo ilimitado que es nuestro cuerpo para generar o recibir sensaciones placenteras. En la práctica del Bondage, que parece adquirir nuevos adeptos cada día, el uso de artículos indicados para la sodomía es muy abundante y desde luego su uso es cada vez más demandado en las diversas capas de la sociedad.
Es maravilloso ampliar nuestro espectro en el campo sexual; posiblemente así no caeríamos en el tedio que muchas parejas adquieren a lo largo de años de relación. El sexo no tiene que ser monótono; hay que ampliar y variar para no caer en el aburrimiento y en la rutina. El sexo anal es una opción más que añadir a nuestro repertorio, no os lo perdáis.
Hay que recordar que la práctica del sexo anal ha de ser de una higiene máxima; siendo recomendable los enemas antes de que ocurra la penetración y el juego erótico. Además es aconsejable el uso de preservativos con el fin de evitar contagios infecciosos o ETS y no olvidar el uso de un lubricante anal adecuado así como el uso de jabones adecuados para la limpieza de los juguetes eróticos.
El sexo es salud, tanto física como psicológica y por tanto, hacer uso de nuestro cuerpo para dar y obtener placer es una fuente inagotable de bienestar. El coito anal es muy recomendable en las relaciones sexuales, y el uso de juguetes sexuales diseñados para ello es una magnífica oportunidad que nos abre un abanico de posibilidades con las que explorar y gozar de nuestro cuerpo, y si cabe también el de nuestra pareja.
Carlos Horrillo
Terapeuta Sexólogo y antropólogo social