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La importancia de las caricias

La importancia de las caricias

Estamos acostumbrados a hablar de los preliminares, de la sexualidad y de los diferentes pasos que realizamos en cada contacto sexual. Hoy vamos a dedicarle tiempo a “las caricias” que parecen quedar fuera de lo que entendemos por acto sexual, y nada más lejos de la realidad. Muchas veces las agrupamos en lo que creemos que es el preámbulo amoroso, pero las caricias van mucho más allá de esa fase sexual, ya que se dan antes del preámbulo, durante este y el acto sexual, y se prolongan mucho más allá del orgasmo, haciendo que este sea mucho más pleno todavía.

El origen de las caricias

Las caricias se remontan a los orígenes de la humanidad e incluso mucho más allá ya que sabemos que no somos la única especie que las utiliza. Si no hay que llegar al extremo de los Bonobos, que arreglan los conflictos sociales a base de darle al kiki, sabemos que existen otras razas de primates que usan las caricias con resultados asombrosos en las relaciones sociales.

“estamos frente a lo que podría ser el origen de las caricias. Un poderoso lenguaje arcaico cuyo idioma vehicular es el tacto. Además, los efectos fisiológicos de esta actividad en primates son similares a los que provocan los roces y las palabras en los seres humanos. Los resultados indican que se produce un descenso en el ritmo cardíaco y se liberan hormonas asociadas a la sensación de bienestar.” (Pablo Herreros Ubalde 1 Julio 2010)

Las caricias se han usado y se usan en todas las culturas como arma de manipulación; todo puede conseguirse a través de las caricias, ya sea amor, sexo o cualquier cosa material que se nos ocurra; podemos asegurar que una caricia, un gesto amable, una mirada pertinente, siempre es más efectivo que cualquier confrontación.

Tipos de caricias

Pero no nos pongamos resabidillos con el tema y vamos al asunto. La caricia es un refugio donde se encuentras diversas motivaciones y producen en según qué contexto diferentes sensaciones. Son muchos y diversos tipos de carias las que existe, pero centrémonos dolo en la más relevante en cuanto a lo erótico y sensual del asunto.

La caricia de insinuación, que no tiene que ser únicamente de carácter sexual pero que la vamos a llevar por ese camino, es la caricia de la sutileza, la del roce en el momento adecuado que sin ninguna connotación más te hace sudar y no sabes por qué. Incluso puede ser una caricia sin contacto físico, un pre-cortejo visual, una mirada de deseo, de afecto, una caricia susurrada que con sólo las ondas sonoras muy pegadas al oído hacen que te estremezcas y actives todos tus receptores nerviosos volviendo loco a tu sistema límbico.

Hay que prestar atención sobre todo si eres el receptor; muchas veces acudimos a sitios donde somos receptores de todo tipo de caricias y ni nos percatamos. Os invito a hacer un ejercicio que os parecerá interesante y podréis observar el día a día, lo cotidiano, desde un punto de vista mucho más sensual y perceptivo del que normalmente disfrutamos. Sentaos en un bar, en cualquier terraza y observar a la gente; posiblemente el camarero que te pone el café todos los días te acaricie con la mirada y tu ni lo percibes; incluso es posible que te roce sutilmente al servirte la consumición o al devolverte el cambio. Son caricias seductoras donde el lenguaje no verbal es el protagonista, pero que si aprendes a notarlas las sentirás como si realmente recorrieran tu piel.

Las caricias antes y después del acto sexual

Por supuesto en el preámbulo del acto sexual son básicas, comenzar acariciando a tu pareja o sintiendo sus caricias hace que se activen tus receptores del placer, te sumerge en un relax previo que se irá convirtiendo poco a poco en pura excitación. Ser creativos y no os limitéis a pasar la mano por la piel, usar la boca, disfrutar del aroma que desprende vuestra pareja y hacer que se ericen todos los vellos de su cuerpo con el más leve contacto. Podéis usar artilugios que encontraréis en KISSmyLOVE, como plumas y elementos diseñados para acariciar, ser juguetones, vendaros los ojos y dejaros llevar por la sensación de la caricia, permitiros sentir.

No podemos olvidar las caricias después del coito; aquí aparece la eterna disputa entre hombres y mujeres de si se queda uno dormido o quiere más; en cualquier caso, disfrutar de las caricias y dormiros acariciándoos los unos a los otros en vez de sentiros frustradas o presionadas por no ponerse de acuerdo en si queréis más o no.

Las caricias universales en peligro de extinción

Las caricias no tienen fronteras, no conocen idiomas, ni ideologías ni religiones. Son un acto social primario que lamentablemente tiende a desaparecer con la aparición de las nuevas tecnologías; un apaño rápido vía Internet puede ser muy cómodo y puede hacer que te desahogues, pero en la distancia, sin contacto, sin miradas sutiles ni roces inesperados. Personalmente creo que deberíamos recuperar el salir a la calle y contactar con la gente de forma directa, sin filtros cibernéticos, dejando que fluya la química sin castings previos de lo que imaginamos que son nuestros ideales. Acariciar y ser acariciados solo se consigue con un contacto real.

Carlos Horrillo
Terapeuta Sexólogo de KISSmyLOVE y antropólogo social.