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Puestos a elegir ¿Querrías un pene grande o un pene gigante?

Puestos a elegir ¿Querrías un pene grande o un pene gigante?

Dejemos de ser políticamente correctos y hablemos con claridad sobre el tema. Recuerdo hace unos años, paseando por las calles de Ámsterdam con unos amigos quedarnos con la boca abierta al toparnos con dos penes gigantescos en la puerta de un museo. Instintivamente corrimos todos y todas rápidamente a abrazarlos y a fotografiarnos junto aquellos reclamos “polliles” que servían de cebo a curiosos turistas, de manera que parecía que entrabamos en unos estados de hipnosis, deseosos y deseosos de ver más penes grandes al entrar al museo.

“Definitivamente el tamaño importa, los penes grandes crean tendencia a la hora de la verdad”

Pues sí, el tamaño importa, y como dice el refrán a la hora de seleccionar siempre nos quedamos con “polla grande ande o no ande”. Pero analicemos meticulosamente la verdad sobre estas elecciones desde los dos principales puntos de vista que nos ocupan, la de aquel que desea tener un pene grande o la de aquel o aquella que desea que su amante lo tenga.

En el caso del poseedor es algo natural, los hombres y nuestras pollas son dos entes independientes y complementarios, pero con personalidad propia; nunca nos parece que el pene que poseemos es un pene suficientemente grande, siempre queremos más, ya que ser poseedor de un pene gigante puede suplir cualquier carencia que uno tenga.

Los penes Gigantes

El hombre que tiene un pene gigante puede ser feo, o no tener cultura, ser un ignorante, puede permitirse incluso dejarse los calcetines puestos a la hora del sexo, nada importa ya que lo único que verá su pareja sexual será un enorme pene grande que perdurará en su memoria y se convertirá en el relato de su vida… “¡Aquella vez que me lo hice con un tío de pene gigantesco!!!“. Ni recordarás su cara y posiblemente modificarás la realidad del polvo, pero ese día descubriste “El Dorado” y serás la envidia de quienes te rodean.

El negro del Whatsapp ha hecho mucho daño a la humanidad con semejante pene gigante, es un claro ejemplo de lo dicho con anterioridad, feo hasta la médula ha conseguido que todo el mundo hable de su pene gigante como si no hubiese un mañana. La realidad es que poseer semejante monstruo no debe ser nada cómodo ni practico ya que es difícil que semejante mole funcione como ha de funcionar.

Las medidas de los penes grandes

Consideramos un pene grande aquel que supera la medida estándar, digamos que a partir de 18 o 20 centímetros ya podríamos considerar que tenemos un pene grande. A partir de 30 centímetros la cosa pasa ya a denominarse pene enorme y si vamos más allá diríamos que tenemos un pene gigante. Ahora analicemos lo serio del asunto ya que cuando hablamos de estas medidas nos referimos a un pene en erección claro está.

Llenar de flujo sanguíneo los cuerpos cavernosos de estas pollas requiere su aquel; la sangre que dispone nuestro cuerpo es limitada y debemos saber que dirigimos mucha de ella a nuestro pene cuando vamos a tener una erección y empezamos a sentirnos excitados; pues ya sabemos que redirigir nuestra sangre allí hará que la saquemos de otros lados, y no es que nos vayamos a quedar sin riego en el cerebro, pero bueno por si acaso no estéis mucho tiempo así. Lo cierto es que mientras más gigante es el pene más dificultad existe para tener y mantener la erección.

Los deseados penes grandes

Ahora veamos el punto de vista de aquel o aquella que desea tener un pene gigante de compañero sexual, ya que puestos a pedir siempre vamos a elegir un tamaño que no nos deje con sensación de necesitar más cuando realicemos el coito.

Sí, siempre vamos a lo grande y miramos de reojo los penes enormes, pasa siempre, de hecho, cada vez que abrimos el catálogo de juguetes eróticos de KISSmyLOVE es lo primero a lo que dirigimos nuestras miradas. No nos percatamos, pero inconscientemente salivamos como lo haría el perro de Paulov en uno de sus experimentos del condicionamiento psicológico dando respuesta en este caso a un hambre de sexualidad que despierta el apetito con solo ver semejantes dildos, sí, miramos los dildos realísticos grandes y fantaseamos con los consoladores gigantes.

Sabemos que la vagina tiene casi todos sus receptores nerviosos del placer en la superficie de la zona genital, con unos 7 cm que profundicemos sería suficiente para obtener el placer, sin embargo, psicosomatizamos la situación y siempre prefieren un pene grande por si acaso. La sexualidad es mucho más que un intercambio de placer en los receptores del sistema nervioso; es psicología, emotividad y plenitud, y un pene gigante en condiciones produce esas sensaciones solo con verlo.

Desventajas de un pene grande

Pero un pene grande o un pene enorme tiene muchísimas desventajas que frustran a sus afortunados poseedores, no todas las mujeres y hombres toleran semejantes miembros en su interior ni soportan el dolor que muchas veces produce; la penetración suele ser dolorosa y se termina por no disfrutar con lo que la frustración va en aumento teniendo que recurrir a la masturbación para finalizar el coito.

El sexo oral con un pene grande

¿Cómo puedes comerte un pene grande? Pues al menos que tengas una boca enorme con una mandíbula muy flexible va a ser que tampoco vas a poder realizar una felación como dios manda. Terminaras con la boca desencajada, solo podrás abarcar una pequeña área del miembro, y por mucho que cambies de postura, te lo comas de lado a modo de taco mexicano o lamiendo el grande siempre te quedarás con la sensación de haber estado en un bufet y no poder probar todos los platos.

El tamaño ideal del pene

En mi modesta opinión un pene de tamaño estándar es lo ideal, el pene ha de ser grande pero manejable, para darle el uso correspondiente, penetraciones satisfactorias y un sexo oral donde no te quedes con la sensación de no poderte comer entero el chuletón y dejarlo en el plato, aunque sea tuyo, de tu chico y te lo envuelvan para llevar.

Carlos Horrillo
Terapeuta Sexólogo de KISSmyLOVE y antropólogo social.